Antes de comenzar a dedicarme a las terapias y acompañamiento desde un enfoque más terapéutico, estudié la carrera de Magisterio en Educación Primaria en un tiempo de mi vida donde estaba realmente desorientada. No sabía quien realmente era ni por qué estaba en este mundo.

Sin embargo al terminar la carrera descubrí que en cada paso que demos siempre puede ser encontrado una razón de ser y un propósito por muy sencillo o incoherente que nos parezca.

Al final, me di cuenta de que los tiempos de cada alma son perfectos y como tal merecen ser honrados a su ritmo. 

Gracias a esa fase de mi vida, pude conectar con el mundo de la inocencia:  La infancia, la sabiduría y la verdadera pureza. 

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"Siento que niños y niñas han sido y siguen siendo mis más grandes

maestros en este camino y quienes realmente me han dado la llave para abrir la puerta del retador y apasionante viaje del autoconocimiento.

Ellos y ellas han podido llenar de inspiración mi vida, encender y hacer emerger desde el fondo de mi corazón luz dormida"

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